jueves, 6 de noviembre de 2008

El deporte en Brasil (II-A)


EL DEPORTE EN BRASIL (II)

A) LA TEORÍA: FUNDAMENTOS E ILUSIONES

Desconozco la anécdota que llevó a mi namorada a explicarle a su profesor en la Unisul, la Universidad en Santa Catarina donde está realizando un intercambio de un curso escolar de duración, que su namorado, o séase, el menda, estuvo trabajando para el fcbarcelona hasta el día en que, entre él y las circunstancias, decidieron venirse para el Brasil. Tal fue el mediano alboroto que armó que, cuando apenas se cumplían unas semanas de mi llegada, va Bárbara y me pregunta si me gustaría dar una conferencia para los alumnos de marketing y otras asignaturas de la Facultad de Educación Física de la Unisul, que es privada en Florianópolis pero que sostiene un convenio con la pública Universidad de León.

Pese al ademán de retroceso, y la mueca de contorsión y distorsión, pareció que todo llevaba a conocer a quien viene a ser el regidor de deportes de la Municipalidad, el Ayuntamiento vaya, aquí también Prefeitura, de Florianópolis, claro. Aparte ejerce de profesor para dos universidades, es entrenador de un equipo de básquet femenino, tutor de una de las prácticas con las que los estudiantes se realizan como monitores y, también, representante de jugadoras de baloncesto en un plano profesional. Uau. Además quiere tener futuro en los Estados Unidos y está terminando un Doctorado que empezó en las Islas Canarias unos años atrás. Como colofón, resulta que está implicado en la Comisión de Trabajo para la Candidatura de Florianópolis como sede en el Mundial de Fútbol 2014, en el Área de Instalaciones Deportivas, y coordina alguna otra cosa que oye, bueno, no me acuerdo ya: lo dejamos en que coordina todo eso con el tiempo para su mujer, su hijo y su perro.

Tras ir a ver un partido de básquet de su interés para conocerle, me mostró la entrada de la Universidad en la que tenía previsto que yo diera mi conferencia, y también las instalaciones a medio construir que albergarán un nuevo proyecto de la Prefeitura para la Comunidad. Se trata de un Complejo Polideportivo con capacidad para 1500 personas / día, en el cual se pueden practicar simultáneamente natación, atletismo, fútbol, baloncesto, voleibol, judo, fútbol sala, etc., y en el que está previsto que se realicen talleres de todo tipo con el objeto de reunir, en ese espacio, a un numeroso grupo de jóvenes que, a falta de una ocupación mejor, pasan el día merodeando por las calles y aprendiendo y sofisticando el viejo arte de trocar en dicha aparente la desdicha real. Las víctimas contarán después que, en la dicha de tener, tuvieron la desdicha de ser robados. Mi profesor de lengua lo clasificaría como un Complemento Circunstancial de Ocasión, el de legislación como una Contraparte de la Parte: les dejo, si gustan, que se entretengan clasificando otras áreas desde las que nominar -y nominen, reinventando!-, la otra cara de la moneda que, haberlas, haylas. Y las trocamos en dicha.

Y es que el Complejo está situado a pie de morro. En el morro tiene cabida –mucha cabida- las favelas del lugar. El proyecto deportivo que antecedió al que les cuento tuvo lugar allí mismo, en el corazón del problema -donde construyeron una cancha y quisieron introducir el deporte-, pero parece ser que allí, al corazón, ya hay órganos que se encargan de hacerlo palpitar, y para mantener la contrariedad en la moneda de cambio, hay también un sistema inmunitario capaz de asimilar todo tipo de cuerpos extraños. A mí me extrañaron esos fenómenos inversos, y es que, aparentemente, y sobre todo si la miras desde la ciudad, la perspectiva desde el morro es lógicamente contraria. Y ya para empezar, a la vida se la lee por lo que te quita y no por lo que te da. Y el viejo murió joven, el joven muere de viejo y el niño, el niño ordena y, también, manda aquello que “eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca”. Aplastante la lógica cuando lo que es bueno para la comunidad de la ciudad no lo es para la comunidad de la favela. De modo que se levanta el proyecto afuera. El complejo.

Durante el año que precede a éste el de mi visita al país más grande de la América Latina, he venido cursando un máster en Gestión Deportiva, al que debo un proyecto final. El deporte siempre ha funcionado en mí como una gran herramienta de acercamiento –al propio cuerpo, a las personas, al grupo, al conflicto y su resolución- y desde la atalaya profesional en la que me preparé, el proyecto aún en ciernes de la Prefeitura me pareció una manera interesante, aunque difícil, de acercarme a la realidad del país que visitaba desde todos sus planos, por una parte – y me refiero al profesional y al personal, al plano de la cara y al plano de la cruz-, y desde todos mis planos, por el otro –en la línea que en el plano personal me descentro a menudo hacia el desfavorecido, y en el sentido también que ya venía trabajando con grupos en exclusión, entrenando a niños de varias franjas de edad y habiendo estudiado y trabajado para la gestión-.
Pensaba igual en echarle cara, aunque a la primera da para hacerse cruces. En seguida me di cuenta que se trataba más de poner la cara. Pese a ello no lo veía como una cruz. Y esos ojitos son la cara que debía poner desde el coche, cruzando la mirada para charlar y observar procesos en construcción.

Volviendo a casa el regidor, a partir de ahora Superprefeito, me explicó que quería que hablara del fcbarcelona a través de su página web, durante más o menos hora y media. Le expliqué que no estaba en mis planes la preparación de una conferencia, que mi portugués iba a cumplir dos meses y no estaba a la altura de las circunstancias, y que yo no era nadie para hablar en nombre del fcbarcelona de modo que, en todo caso, debía consultar la aprobación de quienes fueron mis mentores. No me pareció que hiciera jamás el mínimo gesto para indicar su intención de pagarme con alguna contraprestación, pero de todos modos le sugerí que la palestra podría incidir en la labor social del fcbarcelona y los proyectos educativos que ha iniciado tanto en un plano local, como nacional y, cómo no, internacional. Y miré el Complejo complejo una última vez.

Esa misma noche no pude dormir y a las cinco de la mañana, finalmente, me levanté para escribir unas notas que cumplían con todos los requisitos para ser soporte de una conferencia inolvidable, condición sine qua non para ser recordada, a su vez condición sine qua non para ser conferencia, o por lo menos así lo aprendí. Se trataba de comenzar la palestra sin presentación alguna, directo al grano en un tono alto, claro y decidido, tal y como me habían enseñado. La frase inicial sería: ‘Qué es para ti el fcbarcelona?’, y señalaría a cualquier alumno al azar -quien estaría estratégicamente sentado en una de las butacas de enfrente, como el resto de sus compañeros-, y me contestaría, por ejemplo: ‘un gran club’, lo que yo repetiría corroborativamente y, a continuación, le mandaría señalarme a un amigo suyo, a lo cual accedería. A su amigo le haría dos preguntas. La primera relacionada con la respuesta anterior: ‘Qué es para ti un gran club?’ y, la segunda: ‘Qué es para ti el fcbarcelona?’. A continuación le mandaría señalarme, por favor, a un amigo suyo o, si lo prefiriera, a un enemigo. Y así sucesivamente durante los primeros minutos de mi exposición, los dedicados a la apertura.


La apertura seguiría en la pizarra que me habrían facilitado, y donde yo escribiría separadamente los distintos conceptos de fcbarcelona que esos alumnos del otro lado del charco hubieran esbozado. Me serviría para responder a mi pregunta a través de una pequeña estadística, que realizaría sobre todo a partir del complemento de mi segundo plato fuerte: 'la bola deportiva'. Se trataría de que en 30 segundos todos y cada uno de los presentes escribieran, en la hoja que se les habría dispuesto al inicio de la conferencia para tal ocasión, la respuesta, breve y concisa, a la pregunta que funcionó como apertura de la conferencia. Pero eso no sería todo: a continuación deberían arrugarla hasta hacer una pelota y lanzarla hacia otro compañero con cualquier modalidad de cualquier deporte a elección: un lanzamiento en parábola, cualquier swing, un potente drive, una calculada touche, un remate picado, un bote pronto… Todos los deportes se permitirían también para la recepción: se podría taponar, percutir, arrastrarse por las trincheras, cantar ‘pichi’, bloquear, anticipar… Para algo serán estudiantes de Educación Física, digo yo.


Mientras se recuperarían, ellos también, del mediano alboroto, yo ya iría pidiendo al alumno más cercano que leyera lo que en su bola de papel escribiera otro, y le preguntaría cosas como si está de acuerdo con lo que lee o, simplemente, que me explicara qué interpreta de lo escrito. Cosas así –también podría preguntar al autor qué quiso expresar y compararlo con lo que el/la interlocutor/a dijo-. Para agilizarlo, tras una decena de papeletas pediría que levantaran la mano aquellos cuya papeleta pudiera vincularse al grupo 1,2,3 etc. de las clasificaciones conceptuales que hubieran salido espontáneamente en aquélla aula al otro lado del charco. Un recuento rápido y un cálculo fácil de porcentajes y chas, primer bloque finiquitado. Tiempo estimado: 30 minutos de puro deporte teórico.

Durante el segundo bloque les explicaría, justamente, ‘qué es para mí el fcbarcelona’, y allí obtendrían anécdotas de mi biografía en el fcbarcelona pero, sobre todo, una reflexión. Y es que cuando me vino esta frase, en medio de la noche en que no pude dormir, fue cuando finalmente salté de la cama para empezar a organizar la charla, la posible charla. La frase era algo tan sentido y tan cierto como corto y sencillo: “Para mí el fcbarcelona es un modo de reivindicar lo justo a través de la excelencia”. Aún le faltaba algo a la frase, pero sentía que resumía bien. Así que hice un esquema rápido del resto de bloques, ordené mentalmente el trabajo pendiente de ejecución, y un poco más aliviado volví a la cama.
Bárbara ya se levantaba: a las 6:30 parte todos los días de casa hacia la Universidad. 'Qué haces despierto?', me pregunta -ella sabe que es más fácil para mí salir a practicar deporte por las tardes-. 'Teoría para el deporte, mi amor. No podía dormir: ya tengo la conferencia', le respondí excitado'. 'Aah, pareces contento', me dice. 'Va a empezar con la frase: qué es para ti el fcbarcelona?' , respondo asertivo. 'Qué original', entona ya incorporada. 'Vamos, corre para la ducha mi amor', y me estiro con todos los cojines bajo el lomo y las manos cruzadas en el cogote. Ya perdiéndome en el infinito que se me abría en sueño, con los ojos cerrados me sonrío. Y al que venía a dormir le sueño con voz alta, clara y decidida: 'Para mí el fcbarcelona es una forma original de reivindicar lo justo a través de la excelencia'. Claro, el origen y la identidad: y me duermo.